lunes, 18 de febrero de 2008

Primeras nociones.

Los precios son muy distintos. ya me había costumbrado a los pocos ceros. no entiendo muy bien cuanto es un peso uruguayo. mejor sólo cambio. La puta, que rinde poco la plata acá, no vamos a poder dejar los bolsos en custodia. ¿No te contesta Sol?, no importa vamos a pasear. dale, yo también estoy cansado. No fue precisamente idea mía venir discutiendo sobre los golpes militares latinoamericanos en el bus. yo te dije que la gente nos miraba feo. Vamos que quiero conocer montevideo.

¿i si nos vamos por aquí mismo hasta la playa?. mira si no es tan lejos. dale i compramos facturas. ¿Que las venden por kilo? ¿i cuanto es un kilo de facturas?.

No estaban tan ricas. Mira, viste que a los uruguayos les gusta pararse en las esquinas. Son la cagá ...con sus matecitos. nos falta un dispensador de agua caliente acá, ¿habrá?...me dieron ganas de tomar mate. Mira ese auto. nunca había visto una patente uruguaya. ¡tantos números!

¿que mira, periodista?...ah que caros que son los diarios...¡un dolar!...con eso desayunamos. Vamos a ver si más allá están más baratos.

Mira ese paradero está lleno de calcomonías que dicen "yo lo hice aquí". Parece que es la publicidad de un condón. Oye pero están pegados en todas partes. No creo que sea muy verídico.

Sabes, yo sé que no soy una persona que acostumbra a caminar por la calle a las siete de la maniana, pero me parece que se tardan mucho en abrir todo. ¿Que hoy empieza el carnaval?...¿como lo supiste?. guau que suerte. ¿que es el carnaval?

Dale, si ya no te contestó. Vamos a la playa e intentemos tomar mate. Hace muchos días que no veo arena. Más tarde nos preocupamos de eso. Doblemos aquí, "Boulevard Brasil", esa nos lleva a esta playa...."pocitos". Sabes, pocito suena como a un sueño. estar en pocitos es como estar en Tacuarembó o en las Islas Baleares o en San Sebastián. Suena a esos lugares de los que uno no quiere irse más. La verdá es que Montevideo es un poco de eso. Montevideo, con sus autos viejos que pasan lento, con su amanecer tranquilo, con sus uruguayos en las esquinas. Montevideo es un sueño, de eso no hay duda. Imáginate. llevamos media hora caminando por una calle que no solo se llama "boulevard" sino además, se llama "José Gervasio Artigas". No Bolivar, no San Martín, no O´Higgins. Artigas. que grandes que son estos yoruguas.

Mirá. Ahí está la rambla.


epilogo: Mientras seguía amaneciendo pausado en Montevideo, nosotros recorrimos Boulevard Brasil hasta Pocitos, que no es una playa como de sueños. es un sueño. Corrimos como dos sudacas deslumbrados por la arena blanca. blanca como en las peliculas. No conseguimos agua para el mate así que nos acostamos en la playa a dormir. una, dos, cuatro, cinco horas. Hasta que el sol nos despertó, con un Montevideo que ya se movia. pero que se movía tranquilo, no se agitaba como Buenos Aires, ni convulsionaba como Santiago de Chile.
El sol de Montevideo indicaba que era la hora de comer i nosotros teníamos hambre. Dejamos pocitos para comer i llamar a Sol que ahora si contestó i nos llevó a un hostel.

Yo no volví nunca a caminar por José Gervasio Artigas. La calle de los kioskos cerrados, de los diarios caros, i los autos lentos. la de los yoruguas en las esquinas tomando mate.
pero yo había estado antes allí, muchas veces. i ahora, de lejos, cuando cierro los ojos vuelvo a estar ahí. i jessica me sonríe porque se atraganta con una media luna.

Ciudad Vieja, Montevideo, 24 de enero

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