Los gurices tienen que entrar a clase i a la pame le quedan pocos días de vacaciones. La gente todavía no llega en masa a temuco = Hay que ir a comprar los útiles.
Pero yo todavía tengo jet lag. fue mucho tiempo afuera. fueron muchas cosas. todavía me doy vuelta emocionado cuando escucho un grupo de chilenos hablando. Todavía me censuro el "al tiro" i digo "enseguida". Todavía no me acostumbro a la ciudad i los autos andando.
Mucho menos a los malls.
Por eso me cuesta un poco seguir el ritmo. Me pierdo i la Pam me recuerda que no he elegido zapatillas (las mías ya son un desastre, las últimas las compré en julio del 2006). Salgo a buscarlas.
Cuando camino solo o me pongo a recordar o a cantar (que es otra forma de hacer lo primero). Esta vez me puse a recordar. No sé muy bien por que, pero últimamente he pensado mucho en los Pereira, unos viejos vecinos. Hace un rato, cuando todavía estaba con la tan i pam, me pareció ver a Ivette, la mamá. Pero no, no es posible. se fueron a vivir a viña hace muchos años.
Pero cuando entro a París, me parece reconocerla. es Javiera, la hija. Hace 8 años fue mi novia, por poco tiempo. Viajabamos todas las manianas a Temuco i ella me miraba por el espejo retrovisor. De a poco me fue encantando, porque algo me escondía. por que algo en ella me decía que valía la pena.
Por esa epoca yo todavía escribía poesía. muchos poemas fueron ella. Pero teníamos trece años. poco más podía pasar.
La ví detras de un montón de ropa. es vergonzoso decirlo, pero la reconocí porque se parecía mucho más a su mamá que hace ocho años. i eso la hacía más atractiva. se dió vuelta i al verle la espalda i las piernas no tuve ninguna duda de que era ella. no se vé mucho de eso por acá.
Seguramente un poco embobado por mi reciente visión me intenté acercar. Pero ella fue corriendo hacia un tipo alto. más que yo. Carajo, el novio, pensé, i una patada en la guata, un celo pelotudo de ex pololo (un celo platónico) me cruzó de pancreas a dueodeno.
Pero no, era Felipe, el hermano. Pensar que por él la conocí. Pensar que por esos tiempos, el era mi mayor excusa, mi mejor amigo. Ese tipo que ahora tiene tanta cara de gilipollas i tan poco que ver conmigo.
Felipe a los catorce años era una oda al fútbol. nunca vi a alguien tan talentoso, con esa pegada. nunca ví a alguien de 14 años que la pusiera donde quisiera. Bah si ví a alguien más, a Robin Melo un par de años antes. i Robin ahora está en el primer equipo de la "U".
Pero se me cortó la leche. Di dos pasos atrás i me fui a mirar zapatillas. pero por alguna rázón, hoy no me gustó ninguna zapatilla que no fuera café. i zapatillas café no había. mientras miraba a los pereira de reojo me imaginaba una conversación de reencuentro.
"-¡Tanto tiempo, Felipe!. Tení largo el pelo, ah. ¿que es de tus papás?, ¿que estás estudiando?, me preguntaba Rode, el cuarto integrante, el padre de la familia.
-mi familia bien. mi viejo viaja mucho. yo estudio en santiago, en la chile...periodismo (nomás).
-Felicitaciones, me decía la madre. pero Rode vuelve a la carga:
- tai quemado ah.
-sí, es que estuve en uruguay. con mi polola, que es argentina".
esa sola conversación, resumía todo lo que ellos creían de mí i que odiaban: un pendejo, balsa, lacho i que se metía donde no le correspondía.
Por esa epoca a mi me gustaba hacer comentarios de izquierda que molestasen a estos canutos conservadores. tal vez alguna vez se me pasó la mano i hasta hablé de sexo. Cuando Rode supo que javiera i yo habíamos pololeado me sermoneó largo i tendido: "ustedes no están en edad de pololear. no saben de eso. eso es para más tarde, para cuando tengan las hormonas más tranquilas".
"yo tengo permiso para pololear a los diechiocho", me dijo una vez felipe, cuando los diechiocho sonaban más lejanos que la clasificación de chile a un mundial .
el recuerdo, el pensamiento i la familia me dió asco. salí a buscar a la Pame, que quería tomar un chocolate caliente. Pero me senté en una mesa i en una posición que me permitía verlos cuando salieran. la familia me importaba un carajo, pero tenía ganas de verla a javiera. No sé si quería hablar de algo en particular, pero la adrenalina que sentía al acercarme a ella era exquisita. me urgía volver a sentirla.
Pero cuando se acercaron yo me quemé. i cuando me quemo tomo dos posturas, o miro por arriba del hombro i me hago el abacanao o empiezo a hacer gilipolleces. así, las personas que pasan al lado mío o dicen "este gueón, ya se está tirando los peos más arriba del poto" o "viste, siempre pensé que este gueón terminaría siendo un gil. miralo ahí en la mesa, jugando con el café del hermano chico".
Así que mientras pasaban i bajaban al primer piso, yo competía con Bruno a quien se hacía un bigote de chocolate caliente.
La perdí esta vez. quizá denuevo en dos o cinco años. Pero no solo la perdí a ella, me perdí yo. en los recuerdos, en la nostalgia de los 13 años.
por esa epoca yo era lacho (ligón, mujeriego) hasta el paroxismo i ella estaba más enamorada de mí de lo que yo podía entender. me perdonó pronto la infidelidad i que la dejara. volvimos a ser amigos, pero despues se fue.
volví a la nostalgia.
Me acordé también de mi primera crónica de viaje. i como este bló se trata de eso, decidí postearlo más abajo.
Seguí vagando medio zoombie por el mall.
¡volvamos pronto a primavera!. allá estoy más tranquilo. allá no me pierdo.
el jet lag, también es parte del viaje.
recordar, es una bonita forma de viajar.